El Cloud Computing proporciona un entorno seguro y sencillo de utilizar, en el cual tanto desarrolladores como usuarios pueden encontrar una gran selección de recursos que facilitan en gran medida la gestión de las aplicaciones.
IaaS, PaaS y SaaS: qué son y en qué se diferencian
Podemos diferenciar entre tres grandes grupos de as a Service:
Infraestructura (IaaS)
Plataforma (PaaS)
Software (SaaS)
En los últimos años, el Cloud Computing ha dado un giro de 180º a la gestión de los recursos en el ámbito de la computación, tanto para los usuarios como para las compañías. Los modelos XaaS, entendiendo como tal a cualquier elemento como un servicio, ofrecen una gran flexibilidad. Además, abren un amplio abanico de nuevas posibilidades en el medio y largo plazo.
A la hora de desarrollar aplicaciones en la nube, es importante conocer de forma exacta el modo en el que se va a hacer. A continuación explicamos de forma detallada los diferentes servicios Cloud Computing que existen y las características de cada uno de ellos.
IaaS (Infraestructure-as-a-Service) es el sistema idóneo para desarrolladores que deseen encargarse de la gestión y administración de su infraestructura. Ofrece un mayor control que otras alternativas como PaaS, de modo que el desarrollador es el responsable de todo lo relacionado con el mantenimiento de la infraestructura, incluso de escalar sus aplicaciones en función de cuáles sean sus necesidades.
El mejor ejemplo de IaaS es Amazon Web Service. Se trata de una plataforma que ofrece una serie de servicios para que los desarrolladores puedan manejar máquinas virtuales en la nube, las cuales también hacen las veces de espacio de almacenamiento. Son los desarrolladores quienes eligen el SO, Windows o Linux, así como la capacidad de memoria de cada máquina. El hardware es 100% transparente, de modo que cada desarrollador puede gestionarlo de la manera que crea más conveniente.
¿Qué es PaaS? Platform as a Service
PaaS (Platform-as-a-Service) se presenta como la alternativa idónea para aquellos desarrolladores de aplicaciones que únicamente quieren preocuparse de construir la app. La infraestructura la proporciona la plataforma y se ocupa tanto de su gestión como de su mantenimiento.
A diferencia de IaaS, la construcción de aplicaciones y la administración de la plataforma son muy sencillas. Y es que las soluciones PaaS gestionan de mantener automática la escalabilidad, haciendo uso de un mayor número de recursos en caso de que sea necesario. Aun así, los desarrolladores tienen que intentar que sus aplicaciones estén lo mejor optimizadas posibles para no consumir demasiados recursos.
Uno de los mejores ejemplos de PaaS en la actualidad es Jelastic. Una plataforma en la que los desarrolladores pueden crear sus aplicaciones con soporte de Java, PHP, Node.js, Ruby, Python, Docker y Kubernetes. Con una plataforma muy intuitiva en la que pueden desplegar sus apps. Si quieres conocer más sobre la plataforma, pincha aquí.
¿Qué es SaaS? Software as a Service
Y, por último, SaaS (Software-as-a-Service). Se define como tal a cualquier servicio que esté basado en la web, como por ejemplo el Webmail de Gmail. En este caso los usuarios acceden al servicio sin prestar la más mínima atención al software. Tanto el desarrollo como el mantenimiento y resto de gestiones son responsabilidad única del proveedor.
Así, los usuarios tienen un control mínimo sobre el servicio en cuestión. Ellos se sitúan en la capa más superficial del mismo. Ejemplos de SaaS son Dropbox o Google Drive.
Diferencias entre Saas, PaaS e IaaS
El nexo común de Isaas, Paas, y SaaS es el tipo de servicio que ofrecen. Todos ellos son servicios en línea, cuyo funcionamiento se da a través de la nube. Además, ofrecen la posibilidad de pagar únicamente en función de los recursos a consumir y del uso que se les vaya a dar. Todos ellos son sistemas escalables, de modo que permiten aumentar la capacidad siempre y cuando sea necesario.
La principal diferencia entre SaaS, PaaS e Iaas tiene que ver con el mantenimiento y soporte ofrecidos por el proveedor. Mientras que en IaaS es el desarrollador de las aplicaciones el que debe ocuparse de todo, en SaaS, los usuarios ni siquiera tienen acceso al software. Por su parte en PaaS pueden gestionar la plataforma, pero no el servidor.
Por lo tanto, en función de cuáles sean las necesidades y preferencias concretas de cada empresa deberá optar por un servicio de Cloud Computing u otro.
Seguridad
Merece la pena prestar especial atención a la seguridad. En el caso de los servicios IaaS, la seguridad de la infraestructura recae de manera íntegra en el proveedor que ofrece el servicio. Aun así, el proveedor no es en ningún caso responsable de cualquier tipo de problema de seguridad en las aplicaciones que ha instalado el usuario.
Es decir, si el usuario contrata una estructura Iaas y posteriormente instala una aplicación WordPress obsoleta con importantes problemas de seguridad y su sitio web es hackeado, es responsabilidad del usuario y no del proveedor.
En cuanto a SaaS, es el proveedor el que se encarga de la gestión total de la infraestructura. Es él quien debe encargarse de la aplicación de las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios. Esto es lo que sucede con plataformas como Dropbox o Google Drive, entre otras.
Latencia
Otro aspecto que resulta interesante destacar tiene que ver con la latencia, una cuestión de suma importancia en la actualidad. Lo mejor es optar por un proveedor local para que la latencia sea lo mínima posible.
Ejemplos más comunes de IasS, PaaS y SaaS
Ahora vamos a ver algunos ejemplos comunes en los que se usan estas tecnologías.
Ejemplos IaaS
La infraestructuras IaaS son las principales y dónde se gestionar todo lo necesario para que PaaS y SaaS funcionen.
El desarrollador el que tiene que gestionar y administrar todo. Los recursos del servicio, qué instalar y su mantenimiento, siendo el administrador el máximo responsable.
Todas las grandes compañías ofrecen sus servicios IaaS:
Amazon Web Services (AWS)
Microsoft Azure
Google Cloud Platform
Un servidor VPS no administrado también podría considerarse un servicio IaaS, ya que es el usuario el que debe instalar lo que necesite y levantar los servicios que sus desarrollo requiera.
En los VPS no administrados la única responsabilidad de la empresa es lo suministra es que el el servicio esté online, sin tener que realizar ningún tipo de mantenimiento o instalación, en todo la caso la del sistema operativo que elija el usuario, pero nada más.
Ejemplos PaaS
PasS lo utilizan los desarrolladores para crear sus aplicaciones si preocuparse de dónde se alojen.
Aquí encontraríamos ejemplos más técnicos y de un uso menos popular entre los usuarios comunes.
Jelastic es un claro ejemplo de esto, en el que un desarrollador puede utilizar para configurar su entorno de desarrollo y aplicaciones.
Las grandes plataformas tienen sus propios servicios, como Azure App Service de Microsoft o AWS Elastic Beanstalk de Amazon, aunque el entorno de desarrollo no es tan amigable como con Jelastic.
IaaS, PaaS y SaaS: La nube explicada para todos
¿Todavía te suenan a chino todos estos términos? No te preocupes, vamos a explicártelo como si fueras un niño de 9 años con ganas de aprender sobre la nube.
Imagina que quieres hacer un pastel. Tienes tres opciones:
IaaS (Infraestructura como Servicio): Es como si te dieran una cocina completamente equipada. Tienes los hornos, las batidoras, y todos los utensilios. Pero tú tienes que conseguir los ingredientes, seguir la receta y hornear el pastel. Es genial si eres un chef experimentado y quieres control total.
PaaS (Plataforma como Servicio): Aquí, además de la cocina, te dan los ingredientes básicos y algunas recetas. Solo tienes que mezclar y hornear. Es perfecto si sabes cocinar pero no quieres preocuparte por comprar cada ingrediente.
SaaS (Software como Servicio): Es como pedir el pastel a domicilio. Todo está hecho, solo tienes que disfrutarlo. Ideal si quieres el resultado final sin ningún esfuerzo.
En el mundo tecnológico:
Con IaaS, tienes servidores y almacenamiento, pero tú instalas y gestionas todo el software.
Con PaaS, te dan un entorno listo para desarrollar aplicaciones. Tú solo te preocupas por programar.
Con SaaS, usas aplicaciones directamente en internet, como Gmail. Todo funciona sin que tengas que instalar nada.
La gran ventaja de estos servicios en la nube es que pagas solo por lo que usas. Es como tener luz en casa: no compras la central eléctrica, solo pagas por la electricidad que consumes.
Recuerda:
IaaS es para los que quieren control total.
PaaS es para desarrolladores que quieren centrarse en crear.
SaaS es para usuarios que quieren soluciones listas para usar.
Así que la próxima vez que alguien hable de la nube, ¡ya sabrás que no se refiere al clima!
Ejemplos SaaS
Hemos comentado que en SaaS sería la parte final, por así decirlo de toda la infraestructura, a la que tendría acceso el usuario común.
Un usuario sólo necesita un navegador web y unas credenciales de acceso para acceder a una plataforma SaaS.
Lo ejemplos más claros de servicios SaaS son los servicios que ofrecen lo gigantes informáticos, como Google Workspace y Office 365.
Aunque a nivel de usuario, WordPress también sería un servicio SaaS o incluso las aplicaciones colaborativas como Slack o servicios meeting como el popular Zoom, ya que se accede al servicio de forma online, sin necesidad de instalar la aplicación en el dispositivo.
Conclusión
Después de este viaje por el mundo del cloud computing, está claro que la nube no es solo cosa de meteorólogos. Ya sea que necesites servidores Cloud para tu negocio en crecimiento o estés buscando una solución lista para usar, hay opciones para todos los gustos y necesidades.
Recuerda:
IaaS te da el control total, perfecto para los amantes del "hazlo tú mismo".
PaaS es el sueño de todo desarrollador: céntrate en crear, olvídate del resto.
SaaS es la opción "enchufar y listo" para quienes quieren soluciones inmediatas.
Lo mejor de todo es que estos servicios crecen contigo. Ya no necesitas ser un gigante tecnológico para tener acceso a herramientas de clase mundial. Tanto si eres una startup como una gran empresa, la nube te permite escalar sin romper la hucha.
Eso sí, si optas por administrar un servidor por tu cuenta, asegúrate de estar preparado para el desafío. Pero no te preocupes, con la formación adecuada, ¡hasta tú podrías convertirte en un mago de la nube!
Al final, la elección entre IaaS, PaaS y SaaS depende de tus necesidades específicas. Sea cual sea tu elección, recuerda que en Axarnet ofrecemos servidores Cloud adaptados a todo tipo de proyectos. ¡El cielo es el límite cuando se trata de la nube!