Si tienes un proyecto en internet, es más que probable que estés usando una maquina virtual, aunque no seas consciente de esto. Aunque tiene un nombre algo intimidante y parece que se trata de tecnología punta, en realidad las máquinas virtuales llevan con nosotros mucho tiempo así que vamos a ver qué es una máquina virtual exactamente y para que sirven.
Una máquina virtual (VM) es esencialmente un ordenador dentro de otro ordenador.
Funciona creando una capa de abstracción sobre el hardware físico, permitiendo que un solo sistema físico funcione con múltiples entornos virtuales independientes.
Eso es, en esencia, lo que una máquina virtual permite hacer con el hardware de un ordenador.
Por ejemplo, vamos a suponer que tienes un ordenador personal en el que tienes instalado Windows como sistema operativo.
Llega un día en el que quieres probar una distribución de Linux, pero sólo quieres probarlo o sólo lo necesitas para realizar ciertas tareas puntuales.
En lugar de hacer hacer una partición en tu disco duro, instalar Linux y luego gestionar el sistema de arranque, puedes instalar una máquina virtual en tu ordenador y desde esta máquina, instalar Linux.
De esta forma puedes seguir usando Windows y cuando quieras, arrancar la máquina virtual y lanzar la distribución de Linux cuando quieras.
Tipos de máquinas virtuales
Las máquinas virtuales se pueden clasificar principalmente en dos categorías: las de sistema y las de proceso.
Las máquinas virtuales de sistema simulan un hardware completo y pueden ejecutar un sistema operativo completo sobre ellas, permitiendo así la ejecución de cualquier software como en una computadora física.
Por otro lado, las máquinas virtuales de proceso están diseñadas para ejecutar un único programa o proceso, proporcionando un entorno aislado para su ejecución.
Máquinas virtuales de sistema
Las máquinas virtuales de sistema son esencialmente emulaciones completas de un ordenador real, lo que significa que pueden ejecutar un sistema operativo y aplicaciones como si fueran una máquina física independiente.
Una de las características más potentes de las máquinas virtuales de sistema es la capacidad de asignarles recursos específicos del ordenador principal, como memoria RAM, núcleos de CPU, espacio de almacenamiento y capacidades de red.
Por ejemplo, si tu ordenador principal tiene 8 GB de RAM y 4 núcleos de CPU, podrías configurar una máquina virtual para que utilice 2 GB de RAM y 2 núcleos de la CPU.
Esto significa que la máquina virtual funcionará como si fuera un ordenador independiente con esos recursos específicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esos recursos estarán dedicados a la máquina virtual mientras esté en funcionamiento, lo que reduce temporalmente los recursos disponibles para el sistema anfitrión y otras posibles máquinas virtuales.
La asignación de recursos debe hacerse considerando el balance entre el rendimiento de la máquina virtual y el impacto en el rendimiento del sistema anfitrión.
La flexibilidad en la asignación de recursos hace que las máquinas virtuales de sistema sean increíblemente versátiles, permitiendo su uso en una amplia gama de escenarios, desde el desarrollo de software hasta la provisión de servicios de hosting.
Máquinas virtuales de proceso
Las máquinas virtuales de proceso se enfocan en la ejecución de aplicaciones individuales en un entorno virtualizado, en lugar de emular un sistema operativo completo.
Este tipo de máquina virtual crea un entorno aislado que simula las condiciones necesarias para que una aplicación específica se ejecute, independientemente del sistema operativo o hardware en el que se encuentre..
Un ejemplo destacado es la Java Virtual Machine (JVM), que permite que las aplicaciones Java se ejecuten en cualquier dispositivo que soporte la JVM, cumpliendo con la filosofía de "escribir una vez, ejecutar en cualquier lugar".
Este nivel de abstracción asegura que la aplicación pueda funcionar de manera consistente en diversos entornos, lo cual es especialmente útil para la portabilidad del software y la compatibilidad entre distintas versiones o dependencias de las aplicaciones.
Al proporcionar un entorno aislado para cada proceso, las máquinas virtuales de proceso ofrecen ventajas significativas en términos de seguridad y gestión de recursos, permitiendo una ejecución más segura y eficiente de aplicaciones en sistemas complejos y multiusuario.
Usos de las máquinas virtuales
Entre los usos más comunes de las VMs se encuentra el desarrollo y prueba de software, donde permiten a los desarrolladores crear y desmantelar entornos de forma rápida y segura.
En el ámbito del hosting, las máquinas virtuales posibilitan la ejecución de varios servidores virtuales en un único servidor físico.
Aquí es donde los VPS(Servidores Privados Virtuales) sería una máquina virtual, ofreciendo a los usuarios un control comparable al de un servidor dedicado pero a una fracción del costo.
Para aquellos interesados, en Axarnet ofrecemos distintos VPS que representa una excelente opción para alojar tus proyectos web, con la flexibilidad y escalabilidad que solo una máquina virtual puede ofrecer.
Las máquinas virtuales tienen una variedad de aplicaciones en el mundo de la tecnología, algunas de las más comunes incluyen:
Desarrollo y pruebas de software: Permiten a los desarrolladores crear entornos aislados para probar nuevas aplicaciones o actualizaciones sin afectar el sistema principal.
Simulación de redes: Ideal para profesionales de TI que necesitan diseñar, probar y simular redes virtuales sin la necesidad de hardware físico adicional.
Ejecución de aplicaciones incompatibles: Posibilita la ejecución de aplicaciones que sólo funcionan en ciertos sistemas operativos, dentro de otro sistema operativo principal.
Entornos de aprendizaje y formación: Proporcionan un entorno controlado y seguro para la formación en TI, donde se pueden simular distintos escenarios y configuraciones sin riesgos.
Consolidación de servidores: Ayuda a las empresas a reducir su infraestructura física al consolidar múltiples servidores virtuales en menos servidores físicos, optimizando así el uso de los recursos.
Software para crear máquinas virtuales
Para los usuarios interesados en crear sus propias máquinas virtuales, hay una variedad de software disponible, tanto gratuito como de pago. Aquí hay algunos de los más populares:
VirtualBox:
VirtualBox es una solución de virtualización muy utilizada y de código abierto que es adecuada tanto para usuarios principiantes como avanzados. Permite una fácil configuración y gestión de máquinas virtuales. Puedes encontrar más información en su web
VMware Workstation:
VMware Workstation es una opción robusta y repleta de características para profesionales de TI y desarrolladores que necesitan ambientes de pruebas o desarrollo más avanzados. En la web de VMware puedes encontrar más información de las opciones y planes de pago que ofrecen.
Hyper-V:
Hyper-V es la solución de virtualización integrada en las versiones Pro y Enterprise de Windows. Ofrece una buena integración con el sistema operativo anfitrión y es una opción sólida para usuarios de Windows.
Parallels:
Parallels es otra opción comercial con la que puedes virtualizar sistemas operativos dentro de otros sistemas operativos. Tiene mucha opciones, entre ellas un para poder instalar Windows en ordenadores Mac con procesadores Apple Silicon. Más info en su web.
Conclusión
Las máquinas virtuales son una herramienta muy útil que ofrece innumerables beneficios en términos de seguridad, eficiencia, y flexibilidad.
Ya sea para desarrollo, pruebas, o hosting, las VMs pueden proporcionar soluciones robustas y escalables para una amplia gama de necesidades tecnológicas.
Piensa que si tienes un proyecto subido en un alojamiento web, estás usando una máquina virtual, al menos que estés usando una máquina dedicada y aunque no seas consciente de esto, casi todas las web o apps que utilizas a diario, están corriendo en una máquina virtual.