Se trata del servicio de alojamiento de páginas web más básico. En un mismo servidor físico se alojan diferentes proyectos web de diferentes clientes, que deberán compartir los recursos del servidor (procesador, espacio en disco, memoria RAM). Cada uno de los clientes tiene acceso exclusivo a su espacio, por lo que otro cliente no puede tener acceso a tus archivos.
Si necesitas que los recursos del servidor sean únicos para ti, quizás deberás apostar por un
servidor VPS o
un servidor cloud