Hoy en día, prácticamente casi nadie puede vivir sin Internet y sus millones de páginas webs, que componen esta gran red de comunicación informática, sin embargo, seguramente no conoces muchos de los aspectos imprescindibles para su funcionamiento.
Por otra parte, también descubrirás cómo solucionar los errores más habituales que se pueden presentar ante un Servidor DNS, y aunque parezca mentira, a veces no hay que hacer nada más que esperar a que se efectué el cambio de DNS. Cualquiera que sea, obliga al propietario del dominio a tener que esperar unas horas para que se propaguen los cambios en el mismo.
Las DNS son un Sistema de Nombres de Dominio (DNS - Domain Name System) que ejercen como “traductoras de IP's” para poder garantizarle un nombre único a un dominio a cambio de un conjunto o serie de números específicos, y completamente diferentes entre unos y otros.
A simple vista puede parecer sencillo, pero no lo es en absoluto, sobre todo si tenemos en cuenta la de páginas webs que hay disponibles en la actualidad y lo mucho que tienen que trabajar los Servidores DNS para hacer y mantener esos cambios, o lo que es lo mismo, contestar a esas peticiones numéricas, para hacer que aparezcan como nombres de dominios.
40 años después, la principal función de los Servidores DNS sigue consistiendo en lo mismo, es decir, convertir IPs en nombres de dominio fáciles de recordar, para poder acceder a ellos mediante un navegador web.
Así pues, tenemos que una IP/conjunto de número es convertido por un nombre de dominio mediante el servidor DNS, y que la zona de autoridad le otorga su extensión correspondiente al nombre de dominio, más luego, con un cliente DNS (navegador web, por ejemplo) podemos ver la página web.
Te preguntarás: ¿Esa web donde está alojada? ¡En un Hosting de un servidor! Al igual que un Servidor DNS se encarga de hacer visibles los nombres de dominios convirtiendo sus IPs, los hosting permiten asociar estos nombres de dominio, para disponer de varios servicios sobre el nombre de dominio y su correspondiente TLD (Top Level Domain – Dominio de nivel Superior), como puede ser un servicio de correo electrónico o un servicio web.
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En principio, tanto los agentes registradores como las propias empresas de hosting tienen que ofrecer la posibilitad de cambiar rápidamente las DNS al dominio, para establecer las que quiera el cliente, ya que en caso de iniciar un traslado las DNS no se pueden modificar hasta que se acabe.
El problema de esto radica en que el cambio de DNS implica que luego estas se tienen que propagar durante un tiempo (en ocasiones bastante prolongado), no es un cambio instantáneo, por lo que puede que precisemos tener que esperar hasta 24 horas para que todo resuelva correctamente.
Realmente no se trata de un error, sino más bien de “poca paciencia” como decimos por temas de migraciones.
Por cierto, mientras se propagan puede salir error de DNS u otros similares, pero no hay que hacerles mucho caso ya que son temporales y como decimos, con un poco de paciencia desaparecen solos sin hacer nada.
Al acceder a la web suele aparece el molesto mensaje de “404 Page Not Found” o lo que viene siendo en español “Página no encontrada”. El Servidor DNS ha hecho su trabajo, pero nosotros el nuestro de asociarle las DNS correctas al dominio no y por eso falla.
Para solucionarlo solo tenemos que poner las DNS correctas, por suerte, este error de poner mal las DNS no suele ser un práctica habitual.
En esta ocasión, el problema ya no vendría del Servidor DNS, sino que seguramente sería más bien algo local del propio navegador web que estamos utilizando, por lo que podemos probar algunas de estas acciones:
DNS de Google para IPv6 (nuevo estándar):
Además, no siempre es culpa de las DNS que un dominio no muestre la página web que le corresponde, hay muchos factores que pueden influir en ello, y muchas cosas que podemos revisar para solucionar el problema de que el Servidor DNS no responda, ya que puede ser algo del propio Servidor DNS o algo local del navegador utilizado.
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