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¿Has recibido alguna vez un mensaje que dice “550 permanent failure for one or más recipients”? Si es así, seguro que te ha desconcertado. Este tipo de error aparece cuando intentas enviar un correo y el mensaje no llega a su destino. Es un fallo permanente: no es que el correo se haya retrasado, es que directamente ha sido rechazado.
Este error puede frustrarte, sobre todo si el mensaje era importante. Pero no te preocupes, tiene solución. En este artículo te explicamos de forma clara, cómo puedes solucionarlo.
Cómo solucionar el error 550 permanent failure for one or more recipients
El error “550 permanent failure” es un mensaje que devuelve el servidor del destinatario cuando rechaza de forma definitiva el correo que has intentado enviar. No se trata de un problema temporal. El servidor ha decidido no aceptar el mensaje y no volverá a intentarlo más.
Este error forma parte del sistema de códigos SMTP (que es como se comunican los servidores de correo). El número 550 indica un problema con el destinatario o con el remitente, pero no con la conexión en sí.
En la práctica, significa que el correo no ha llegado y no llegará, a menos que hagas algo para corregir la causa.
Principales causas del error 550 en correos electrónicos
Aunque el código sea el mismo, la razón concreta puede variar. A continuación, repasamos las causas más habituales de este fallo:
Causa
Descripción
Dirección incorrecta
El email del destinatario está mal escrito o ya no existe.
Correo bloqueado
El servidor receptor ha rechazado el mensaje, posiblemente por filtros antispam.
Lista negra (Blacklist)
Tu IP o dominio está en listas como Spamhaus o Barracuda.
Faltan SPF, DKIM o DMARC
El servidor no puede verificar tu identidad como remitente legítimo.
Contenido tipo spam
El mensaje incluye palabras o formatos sospechosos.
Envíos masivos
Has mandado demasiados correos en poco tiempo.
Puerto SMTP bloqueado
El puerto usado para enviar correos no es aceptado por el servidor.
Cuenta del destinatario
La cuenta está suspendida o la bandeja de entrada está llena.
1. La dirección del destinatario está mal escrita o no existe
Este es uno de los errores más comunes. Puede ser que te hayas equivocado al escribir la dirección (un punto de más, una letra mal colocada o el dominio incorrecto, como poner “@gamil.com” en lugar de “@gmail.com”). También es posible que esa cuenta ya no exista o haya sido cerrada.
2. El servidor de destino ha bloqueado tu correo
Algunos servidores de correo aplican filtros muy estrictos. Si detectan algo que consideran sospechoso —como un mensaje con enlaces raros, muchos signos de exclamación o incluso una IP con mala reputación— pueden rechazar el correo antes de entregarlo.
3. Tu IP o dominio está en una lista negra
Las listas negras (blacklists) como Spamhaus o Barracuda contienen direcciones IP y dominios que han sido marcados como emisores de spam. Si tu servidor está en una de estas listas, muchos servicios de correo bloquearán automáticamente tus mensajes.
4. Faltan registros SPF, DKIM o DMARC
Estos registros DNS actúan como una especie de “documento de identidad” del correo. Si no están bien configurados, el servidor de destino no podrá verificar que el correo es auténtico y puede bloquearlo por seguridad.
5. El contenido del mensaje se parece a spam
Los filtros antispam no solo miran quién envía el correo, también analizan el contenido. Si usas palabras como “gratis”, escribes todo en mayúsculas o llenas el mensaje de signos, podrías activarlos sin querer.
6. Has enviado demasiados correos de golpe
Enviar un gran volumen de emails en poco tiempo, especialmente si tu dominio es nuevo, puede hacer que los servidores sospechen de ti y rechacen parte o todos los mensajes.
7. El puerto SMTP usado está bloqueado
Algunos proveedores de internet bloquean puertos como el 25 para evitar el envío de spam. Si estás usando este puerto, prueba con el 465 o el 587, que son más seguros y aceptados.
8. La cuenta del destinatario está llena o suspendida
Aunque no es lo más frecuente, también puede ocurrir que el buzón del destinatario esté saturado o que su cuenta haya sido desactivada.
🚫 Error 550 Permanent Failure
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Cuando aparece este error, lo más importante es actuar paso a paso para encontrar la causa y corregirla. Aquí te dejamos una guía práctica para resolverlo.
Verifica que la dirección esté bien escrita
Es lo primero que deberías revisar. Un error tipográfico en el correo del destinatario puede provocar el rechazo automático. Un simple punto mal colocado, una letra cambiada o un dominio incorrecto (como @gamil.com en lugar de @gmail.com) bastan para que el mensaje nunca llegue.
Si tienes forma de contactar con esa persona por otro canal, confírmale su dirección.
Comprueba si estás en una blacklist
Una de las causas más frecuentes del error 550 es que tu IP o tu dominio estén en una lista negra. Estas listas se usan para identificar remitentes considerados peligrosos o con historial de spam.
Puedes verificarlo gratuitamente con herramientas como:
Solo tienes que introducir tu IP o dominio y ver si aparece en alguna lista.
Solicita la eliminación de la blacklist
Si estás listado, puedes pedir que te eliminen. La mayoría de estas webs tienen un formulario para gestionar la solicitud. Explica el motivo con claridad y espera unos días.
Si tienes tu web o correo en un hosting como Axarnet, también puedes contactar con su soporte técnico. Ellos pueden ayudarte a resolverlo o incluso asignarte una nueva IP.
Configura SPF, DKIM y DMARC correctamente
Estos tres registros DNS ayudan a otros servidores a verificar que tus correos son legítimos. Si no están presentes o están mal configurados, muchos sistemas los rechazan automáticamente.
Puedes usar estas herramientas para comprobar tu configuración:
Si no tienes conocimientos técnicos, pídele a tu proveedor de hosting que te ayude a configurarlos desde el panel DNS. Si tienes un hosting web con Axarnet, podemos ayudarte con esto sin problemas.
Cambia el puerto SMTP si es necesario
Algunos proveedores de internet bloquean el puerto 25, que es el más común para enviar correos. Si estás usando ese puerto y tienes problemas, prueba con los puertos 587 o 465, que son más seguros y ampliamente aceptados.
Esta configuración se cambia desde tu cliente de correo (por ejemplo, Outlook o Thunderbird). Si no sabes cómo hacerlo, puedes pedir ayuda técnica.
Calienta tu dominio si es nuevo
Cuando un dominio acaba de ser creado, es normal que los servidores desconfíen de él. Para evitar bloqueos, empieza enviando pocos correos y aumenta la cantidad progresivamente.
Este proceso se conoce como email warm-up. Puedes hacerlo de forma manual o usando herramientas especializadas como:
El texto de tu correo puede hacer que sea clasificado como spam, incluso si todo lo demás está bien. Evita usar palabras como “GRATIS”, “OFERTA” o escribir en mayúsculas con muchos signos de exclamación.
También es buena idea evitar enlaces acortados y archivos adjuntos sospechosos. Si quieres asegurarte de que tu mensaje no genera rechazo, puedes usar herramientas como:
Si estás enviando muchos correos en poco tiempo, los servidores pueden interpretar que estás haciendo spam, sobre todo si tu dominio es nuevo. Reduce el volumen diario de envíos y distribúyelos a lo largo del día. Esto también ayuda a mejorar tu reputación como remitente.
Si no puedes reducir el número, puedes buscar ayuda a empresas especializadas que se ocupan de los envios de emails transaccionales, newsletter, etc...
Comprueba el estado de la cuenta del destinatario
A veces el problema no está en tu parte, sino en la cuenta que recibe el correo. Si la bandeja de entrada del destinatario está llena o la cuenta ha sido suspendida (por ejemplo, en servicios como Google Workspace), el servidor puede rechazar directamente los mensajes entrantes.
Si es posible, contacta con esa persona por otro canal para que revise su cuenta.
Analiza tu equipo en busca de malware
Es importante asegurarte de que no haya software malicioso en tu dispositivo. Algunos virus pueden usar tu equipo o tu cuenta de correo para enviar mensajes no deseados sin que lo sepas. Esto puede afectar negativamente a tu reputación y provocar errores como el 550.
Realiza un escaneo completo del sistema con un antivirus actualizado. Si no tienes uno instalado, puedes usar soluciones gratuitas como:
Otra forma de evitar que tus correos sean bloqueados es pedir al destinatario que te agregue a su lista de contactos o “lista blanca”. Esto indica al sistema de correo que confía en ti, y facilita que los futuros mensajes lleguen correctamente a la bandeja de entrada principal.
Es especialmente útil en servicios como Gmail, Outlook o Yahoo.
Limpia tu lista de contactos
Enviar correos a direcciones que ya no existen o están inactivas es perjudicial para tu reputación como remitente. Si haces campañas de email marketing o sueles escribir a muchas personas, es buena idea revisar y limpiar tu lista de contactos regularmente.
Estas plataformas permiten verificar qué direcciones siguen activas y cuáles deberías eliminar.
Asegúrate de cumplir las normas técnicas del correo
El mensaje que envías tiene que estar bien formado a nivel técnico. Eso significa cumplir con estándares como la RFC 5322, que define cómo debe estructurarse un correo para ser aceptado por los servidores.
Si estás usando un cliente de correo fiable como Gmail, Outlook o Thunderbird, no deberías tener problemas. Pero si tu sistema de envío es personalizado (por ejemplo, desde un software o una app externa), asegúrate de que genera correos válidos.
Controla la entregabilidad de tus emails
Por último, una forma de comprobar si todo está funcionando es analizar si tus correos están llegando a la bandeja de entrada o se están yendo a spam.
Hay herramientas que simulan el envío a múltiples proveedores de correo y te muestran dónde termina tu mensaje:
El mensaje “550 permanent failure for one or more recipients” puede parecer alarmante, pero casi siempre tiene un motivo claro y, lo mejor, una solución al alcance de tu mano. Puede deberse a un error de escritura, un problema con tu configuración, una mala reputación de tu IP o simplemente a que el destinatario no puede recibir mensajes.
Lo importante es actuar paso a paso:
Verifica la dirección de destino
Revisa si estás en una blacklist
Asegúrate de tener SPF, DKIM y DMARC
Cuida el contenido del correo
Evita enviar demasiados emails de golpe
Y si todo falla, recuerda que puedes pedir ayuda a tu proveedor de hosting o a un experto en entregabilidad. En la mayoría de los casos, el problema se puede resolver en poco tiempo.
No dejes que un error técnico frene tu comunicación. Con buenas prácticas, revisiones periódicas y herramientas adecuadas, tus correos volverán a llegar a su destino sin obstáculos.