La tasa de rebote es una estadística que nos muestra cuántos usuarios entran a una web y se van sin hacer nada. Mejorar este índice es algo esencial para intentar tener una web que guste al usuario, que le invite a interactuar y que sea usable. En este post te vamos a explicar qué es la tasa de rebote y te vamos a dar una serie de consejos para intentar mejorar los resultados.

Qué es la tasa de rebote y cómo podemos reducirla

TABLA DE CONTENIDOS

• Qué es la tasa de rebote
• Cómo se mide la tasa de rebote
• Consejos para reducir la tasa de rebote

Qué es la tasa de rebote

La tasa de rebote es una de las cifras a tener en cuenta en la analítica de tu web, ya que nos indica cómo interactúa el usuario con nuestra web. Exactamente mide el porcentaje de usuarios que entran en tu página y se marchan sin hacer nada en ella, sin ejecutar ninguna interacción. Entendemos por interacción, por ejemplo visitar otra web, dejar un comentario en el Blog, rellenar un formulario o incluso hacer una compra. Se trata de un dato importante porque la tasa de rebote nos da un breve conocimiento de cómo está interactuando el usuario con tu web.

No hay que confundir la tasa de rebote con la tasa de salida de una web. Mientras la tasa de rebote es el porcentaje de sesiones únicas de usuarios que abandonan una web sin hacer ninguna interacción, la tasa de salida muestra el número de personas que salieron de una página, incluyendo también en esta cifra, a aquellos que han realizado una interacción.

Con la cifra que sí está relacionada es con el tiempo de permanencia en la página, ya que este es un indicativo de que el contenido que has creado es interesante o útil para el usuario.

La tasa de rebote es importante entonces para conocer cuál es la experiencia de los usuarios en nuestra web. Una tasa de rebote alta puede indicar que el contenido que ofreces es de baja calidad o bien que tiene falta de acciones de interacción (no promueves el enlazado interno, no tienes comentarios, no tienes formularios). También puede indicar un problema técnico, relacionado con una carga lenta de la página o con que el contenido no es responsive.

Lógicamente una web con una tasa de rebote alta y un tiempo de permanencia bajo, sufrirá las consecuencias en el posicionamiento de su web en los resultados de búsqueda de Google, así que presta atención a mejorar ambos índices.

Cómo se mide la tasa de rebote

La tasa de rebote se calcula dividiendo el número de sesiones que tiene una página por el número total de sesiones y después multiplicarlo por 100. No obstante, es algo que puedes conocer de forma sencilla gracias a Google Analytics. Si quieres configurar por cierto Google Analytics 4 para medir los resultados de tu web, aquí te dejamos una guía práctica.

Lógicamente hay proyectos digitales donde la tasa de rebote es menos importante. Es el caso de las One Page, donde al solo disponer de una página, normalmente tienen una tasa de rebote alta. Aquí entran en juego otros factores como las conversiones.

A la hora de analizar esta tasa de rebote, mira también de qué canales provienen los usuarios con mayor tasa e intenta mejorar la interacción entre ese canal y tu web, si es posible. En el caso de que la tasa de rebote sea alta en leads provenientes de campañas publicitarias, es algo a mejorar de inmediato.

Consejos para reducir la tasa de rebote

Pero cómo podemos saber si la tasa de rebote de nuestra web es alta o está en unos estándares aceptables. Va a depender del tipo de web que tengas, no es lo mismo la tasa de rebote de un ecommerce, que de un blog.

La media indica que el % de rebote aceptable en páginas corporativas y tiendas online está en torno al 40% como máximo, en el 80% como máximo en Blogs y Medios y en torno al 80% en One Pages. El porcentaje se reduce hasta el 20% para las landings page orientadas a conversión.

Para conseguir llegar a estos objetivos, hay ciertas estrategias que podemos llevar a cabo en nuestra web y que nos ayudará a reducir el rebote de nuestra página.

1. Céntrate en tu público. Lo ideal es que hagas un keyword research de las palabras clave relacionadas con tu negocio y que interesan a tu público y crees contenidos relacionados con esas temáticas. No te vayas por los cerros de Úbeda como se suele decir, y céntrate en lo que tu público espera.
2. Revisa el rendimiento y usabilidad de tu página. Asegúrate que tu web carga rápido y que se ve bien en todos los dispositivos. Además lo ideal es que tu web cuente con un certificado SSL instalado y sea segura y que faciliten la navegación. Crea menús visuales como los populares Mega Menús y apuesta por un diseño claro, sin elementos que dificulten la navegación como los popups.
3. Haz que tu Blog o contenido sea legible. Evita páginas con mogollón de texto y que no invitan a ser leídas. Favorece la legibilidad y apóyate en elementos visuales como vídeos, imágenes, destacados, y la jerarquía de títulos.
4. Revisa el contenido. Si tienes un blog, intenta que siempre esté actualizado y además intenta crear contenido atractivo para el usuario. Para ello deberás usar técnicas de copywriting.
5. Incluye elementos de interacción. Intenta trabajar el enlazado interno de tu página, añade la típica columna de posts relacionados, venta cruzada e incluye llamados a la acción o CTA, como registrarse en un formulario o realizar una compra.

Conclusión

La tasa de rebote es un dato importante a tener en cuenta y sobre todo, a trabajar para intentar reducirlo lo máximo posible. Intenta que la de tu web o tienda no supere el 40% con estos consejos que te incluimos en este post.